Medellín. La tía reveló la confesión que hizo la joven días antes de quitarse la vida.
Tía de Karen Castaño, joven mujer que se quitó la vida lanzándose desde un edificio en Medellín, reveló la confesión que hizo la joven días antes de quitarse la vida.
Hace tres semanas Karen sobrevivió a un intento de suicidio y llamó a su tía para confesarle detalles de los abusos que había sido víctima.
Horas después de conocerse el suicidio de Karen Dayana Castaño y revelarse la carta en la que confesó el motivo de su decisión, su tía dio a conocer la situación de Karen, dejando en evidencia delicados episodios de la vida de la joven madre de 22 años.
Ellas habrían crecido juntas en un hogar lleno de abusos, vejámenes y maltratos, de los que inicialmente fue víctima su tía, quien a la edad de 14 años huyó de los tocamientos indebidos, de los golpes y abusos de miembros de su núcleo familiar. Terminó viviendo en las calles de Antioquia, sola y desprotegida.
En ese momento, Karen, con 8 años, se habría convertido en la nueva carnada de dos personas que aparentemente eran protegidas de su familia. Según el relato de la mujer, Karen le hizo una delicada confesión cuando se recuperaba de su anterior intento de suicidio, hace alrededor de 20 días, donde se atacó con un arma blanca y se hizo cortes en varias venas:
Ella en estos días me dijo ya las cosas a fondo, lo que le hizo esta persona. Él venía tocándola y acosándola desde niña, como desde los 8 años, y ya cuando ella fue entrando a su adolescencia fue que empezó a atacarla sexualmente.
El silencio de un abuso habría sido el detonante del suicidio de Karen Castaño
“Ella no tuvo apoyo de nadie”
La tía de Karen fue incisiva en asegurar que estos abusos de los que ambas fueron víctimas, fueron denunciados y expuestos directamente a sus familiares, pero todo fue silenciado.
Sobre esta versión coincide la carta que escribió Karen antes de morir: “Los que sabían les encantaban sus acciones, por algo en ninguno de los casos hicieron absolutamente nada, solo seguir abrazándolo y hablando con él”.
“No fue capaz la muchacha. Ella no tuvo apoyo de nadie”.
En el hospital, recuperándose de las heridas que se había causado, la joven pidió ver a su tía con un objetivo: “Ella quería escuchar mi versión para atar muchos cabos. Yo traté de animarla, pero no fue capaz la pelada”.
En este encuentro, Karen confesaba que hubiese querido ser como su tía, tener la berraquera y valentía de hacerle frente a la situación, pero lamentablemente su mente estaba muy débil y muy dañada por lo que vivió durante muchos años y que se mantuvo en una burbuja de la que no pudo escapar.
Incluso, en la desgarradora carta de despedida pide perdón por lo que le hicieron a su tía, a quien consideraba como una hermana, por tantas cosas que pasaron y quedaron en silencio. Karen logró confesarle las razones por las que no quería vivir y por las que le puso un punto final a su vida.
Después de esta tragedia que se habría podido evitar, tal vez, si sus voces hubiesen sido escuchadas, su tía exige que estas personas sean desenmascaradas por haber hecho trizas sus vidas. La de Karen con más ensañamiento, puesto que fue víctima de abusos de todo tipo, por muchos años, y hasta hace poco fue que tuvo el valor de salir de ese agujero negro, cuando ya era demasiado tarde.
Karen Castaño confesó antes de morir indico que intentó acabar con la vida de su abusador.
Karen Castaño habló de su abusador.
En la cama del hospital, donde hace al menos dos semanas Karen se recuperaba, habló abiertamente con su tía de las personas que las abusaron. Aunque fueron dos hombres, siempre se enfocó en el daño que le hizo uno de ellos, quien su tía aseguró, la violó varias veces. “Ella me llamó y me dijo: el principal responsable de que yo me quiera morir es esta persona y dos miembros más de la familia”.
Él fue el que me dañó la vida, el que me desgració la vida, y yo me siento una mala madre por haber permitido que mi niña durmiera con él, sabiendo el tipo de persona que es.
Karen acabó con su vida y con un sufrimiento que la atormentó por muchos años con una duda que, tal vez, tuvo miedo de conocer:
“No sé si él haya llegado a tocar a mi niña, si le haya hecho algún daño a mi niña, no estoy segura, pero yo tengo mis dudas y me siento una mala madre”.
La carta fue escrita para Gabriela, su hija, quien en este momento estaría a cargo de su padre.
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